Vida
Miro al cielo y me cargo de incesantes rayos de luz llenos de sabiduría para afrontar lo que viene, lo que en el sueño de anoche hice poesía. Nuevas ilusiones vestidas de blanco.
Un sinfín de posibilidades en el tiempo eterno para desmembrar todas las ocasiones en que erré, todas ellas con el sabor de un sueño afable, con los misterios del no saber, con la certeza de poder.
Soledad que no me conoce, soledad que quiso mantenerme sólo.
Sintonizo mis sentidos con los del resto, comprendo a un mayor grado que no debió inventarse el tiempo para las prisas, que el secreto es mantener la calma de saber que la soledad no es larga, que no existen los miedos, que luchar en contra de ellos es luchar en contra del tiempo, es luchar contra el bien y el mal. Ya he dejado de luchar contra los inventos de algunos que quisieron poner pautas al arte de disfrutar que la vida es.
No hay mayor disfrute que saber que todo lo hiciste bien, que pese a los esfuerzos innegables que todos hemos hecho a lo largo del existir, nos equivocamos en luchar contra los miedos, no era necesario, pienso que al buscarlos para eliminarlos estamos creandolos de nuevo; esto sería un proceso eterno de la búsqueda de la percepción perfecta dentro de una realidad al menos interesante pero, aún desconocida.
Más bien te invito a vivir el lujo de la simpatía y el amor, de las nuevas etapas y de las etapas pasadas, en definitiva, de la teoría de la felicidad hecha a sí misma, sumando a tus ratos felices los míos y dejando que yo disfrute de los tuyos.
1 comentario
María -
Pienso que te estás quedando con aquello que te hace crecer, y me gusta tu bagaje en el tiempo.
Os quiero.